Argentina perdería hasta US$3000 millones por el derrumbe del precio de la soja

La soja en Chicago cayó al precio más bajo en casi 11 años. La posición mayo cerró a US$290,64 por tonelada, una merma de 2,20 dólares por tonelada y el menor registro desde el 5 diciembre de 2008, cuando cotizó a US$287,89.

Por la guerra comercial de aranceles entre los Estados Unidos y China, que lleva más de un año y entre otros productos le pegó a la soja con una fuerte baja de precios, la Argentina tendría este año una merma de ingresos en este grano de entre US$1000 y hasta 3000 millones de dólares.
Este lunes, luego de que China respondiera a los últimos aranceles de Estados Unidos -la semana pasada los subió de 10 a 25% para bienes por US$200.000 millones- aumentando sus tasas entre el 5 y el 25% para más de 5000 productos, la soja en la Bolsa de Chicago cayó al precio más bajo en casi 11 años. Allí la posición mayo cerró a US$290,64 por tonelada, una merma de 2,20 dólares por tonelada y el menor registro desde el 5 diciembre de 2008, cuando cotizó a US$287,89.
Desde octubre pasado, al inicio de la actual campaña la soja, el grano perdió unos 40 dólares por tonelada y eso afectó las estimaciones de ingresos para la cosecha y sus exportaciones. “El ingreso que se esperaba era de alrededor US$16.200 millones (del complejo soja), pero ahora solo llegaría a US$15.200, unos US$1000 millones menos. Es un cálculo somero y prematuro, aún falta cosechar y no se sabe cuánto se va a exportar. Se debe esperar el número final, supeditado a los rindes”, dijo Gustavo López, de la consultora Agritend al diario La Nación.
En tanto, Juan Manuel Garzón, del Ieral, de la Fundación Mediterránea, destacó que, en lo que va el año, la caída del precio de la soja “le cuesta al país hasta US$3000 millones en el complejo de la soja, el 5% de las exportaciones totales del país”.

Hay expectativas sobre el comportamiento de China con relación precisamente con su demanda a Brasil y la Argentina y el efecto en los precios. Garzón recordó que el año pasado la soja de los países sudamericanos se despegó de lo que pasaba en Chicago y generó su propio precio. Ahora todavía eso no se ve nítidamente.