El 2021 puede ser un año clave para la adopción. Además, qué otras tecnologías asoman para el control de malezas.
En la pulverización, pasar de trabajar un lote con cobertura total a aplicar solo en donde están las malezas es una tendencia que comienza a cobrar fuerza en el campo argentino.
Las aplicaciones dirigidas muestran un cambio de paradigma. No solo disminuye la cantidad de herbicidas que se aplica, sino que también se logra un mayor control ya que se ingresa al lote con un tamaño menor de las malezas, evitando a esperar a que crezcan para hacer valer la pasada.
En el marco de Agroactiva virtual, el Ing Agr Esteban Bilbao, de Agroestudio Viento Sur SRL, socio de la regional Necochea de Aapresid y miembro de la Red de Manejo de plagas (REM) destacó que la evolución de las malezas y la búsqueda de la mejora continua de la producción provocó que la adopción de aplicaciones dirigidas se empiece a acelerar en 2020.
Dependiendo el modo de uso, la cantidad de herbicidas necesarios para el control de malezas disminuye en promedio entre un 65 y 75 %, llegando en casos extremos a un 98 %.
La mayor adopción de esta tecnología se da en regiones del norte, como Chaco y Santiago del Estero, en donde hay un importante costo en aplicaciones. Pero con el tiempo se comienzan a sumar equipos en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
En la zona norte hay actualmente unos 280 equipos pulverizadores con tecnología de aplicación dirigida. Las disponibles en el mercado son Weed IT y Weed Seeker, pero se encuentra próximo a entrar al mercado un desarrollo nacional: Eco Sniper, de Milar.
Bilbao cuenta que el impedimento más grande para la adopción era el costo de la tecnología, que varía entre los US$ 120 y US$ 180 mil dólares: “Se termina pagando con el ahorro en herbicidas”, agrega el ingeniero agrónomo que participa activamente de los ensayos para fomentar la incorporación.
El costo promedio de aplicaciones en barbecho se encuentra en torno a los US$ 30 y US$ 40 por hectárea al año. Con esta tecnología, se aplica en promedio sobre un 30 % de la superficie, generando un ahorro de hasta US$ 30 por hectárea en herbicidas.
En este sentido, el costo de adaptar un equipo pulverizador con la tecnología de aplicaciones dirigidas se paga de 1,5 a 3,5 años en la región pampeana.
Superado el costo de la inversión, el próximo desafío es la generación de información y soporte técnico para adoptar los equipos a cada zona y a determinados objetivos agronómicos.
Uno de los focos en donde se comenzaron a sumar equipos con esta tecnología es el sur de Buenos Aires, en donde se generó y divulgó mucha información: “Se rompió el concepto de que las aplicaciones dirigidas solo son para el norte”, agrega Bilbao.
“En todas las zonas estamos en condiciones de adoptar la tecnología, que en muy corto plazo nos puede ayudar a bajar la aplicación de químicos a la mitad”, destaca y hace referencia al impacto ambiental, social y económico, los tres pilares para apuntar a la sustentabilidad de cualquier planteo.
En Viento Sur comenzaron a mirar la tecnología en 2015, cuando empezó a aumentar el problema de malezas resistentes. A la par se abocaron a generar información para impulsar a que se adopte la tecnología: “Nos apasiona”, describe el ingeniero agrónomo.
No solo se motiva a los usuarios a adoptar la tecnología, sino que también se los ayuda a implementarla. Los ensayos con los que se genera la información se realizan bajo métodos científicos en coordinación con la Unidad Integrada de Balcarce, con el aporte de la Facultad de Ciencias Agrarias y el INTA.
“Hay algo que es fundamental”, agrega el técnico haciendo referencia a que es importante tener en claro el objetivo al momento de calibrar el equipo, midiendo cuál es el diámetro de la maleza que se quiere detectar: “Se debe ajustar el monitoreo a estas nuevas tecnologías”.
También se utiliza un índice para medir impacto ambiental: “Este índice mide el impacto ambiental en el medio, el operario y el consumidor. Estamos logrando impactos ambientales un 78 % inferiores a una aplicación con cobertura total”, grafica. “Los números dan ganas de que esto se masifique”, añade y anticipa que 2021 será un año clave para avanzar en la adopción de estos equipos. Por Nicolás Degano | Agrofy News