La propuesta se desarrolló este sábado en cinco localidades en simultáneo. Con un buen marco de visitantes, cada almacén brindó la oportunidad de disfrutar de comidas y tragos regionales. El acompañamiento de la música y costumbres propias de esos espacios dieron lugar a las anécdotas y el baile.
Personas cercanas a los almacenes se sintieron convocadas por la iniciativa de la Secretaría de Turismo y Cultura de la provincia, que tuvo por objetivo poner en valor estos lugares donde se conservan las memorias colectivas de pequeños entornos rurales. “Francou” en Villa Elisa, “Don Leandro” en Colonia Hocker, “Almacén Sabrositos” en Villa Urquiza, “Ridruejo” muy cerca de Alcaraz y “El Viejo Almacén Sauer” en General Campos; abrieron sus puertas este sábado desde el mediodía en forma simultánea.
Quedarse en el pueblo
En “Don Leandro”, fundado en 1963, los visitantes encontraron picadas, empanadas, asado, tragos y licores artesanales de producción propia. A la hora del postre, pudieron saborear panqueques, flan casero, budín de pan y arroz con leche y sacarse fotos recorriendo las exposiciones y rincones históricos del establecimiento. Mientras sonaba en el patio la música de Litoral Tagué, Adriana, la hija de los dueños del lugar, cuenta que sus padres “lo abrieron cuando se casaron y vinieron a vivir al pueblo. Siempre funcionó como despensa y bar. Hace 20 años, Colonia Hocker se empezó a achicar, la gente se fue yendo a la ciudad y quedaron solo 98 habitantes. Decidimos entonces incorporar una propuesta turística para no cerrar el Almacén y que no muera”.
“En un principio se hacían cabalgatas hasta un arroyito de vertiente que está a 3 km de acá, para que la gente pueda conocer lo que era un almacén de campo, la historia de la inmigración franco suiza de la que descendemos muchos en la zona, y probar algunas cosas caseras. Con el tiempo nos fuimos readaptando, porque el lugar se volcó más a la parte gastronómica e histórica. La idea fue que mis padres pudieran quedarse a vivir en el pueblo haciendo algo que les gusta, que la historia no muera y el almacén siga abierto. Creo que lo logramos, por eso estamos muy agradecidos que la Secretaría de Turismo y Cultura nos convocara ara este evento que suma para que se difunda la propuesta”, señaló Adriana.
Dos fotos y cien años
Muy cerca de allí, “Francou”, que también da cuenta de la historia de los inmigrantes en la zona y fue fundado por tres socios en 1907 para abastecer la demanda de los colonos instalados en la zona de Colonia “El Carmen”. Francou adquiere luego las partes de sus socios y pasa a ser el dueño único del almacén. En ese momento se tomó una fotografía con pobladores del lugar en una pared del almacén, frente a una ventana con una mesa de madera muy antigua. Cien años más tarde, en homenaje al bicentenario de la Patria, se toma una fotografía en el mismo lugar, con los nietos de aquellos pobladores ubicados en la misma posición. Actualmente ambos cuadros se exhiben como reliquia, en un privilegiado lugar del Almacén.
Desde el 13 de julio de 2010 el Almacén de Ramos Generales “Francou” es un lugar donde el turista tiene la posibilidad de vivenciar la vida cotidiana de los pobladores de la colonia e intercambiar experiencias con personajes del lugar, mientras saborean una exquisita picada o merienda de campo. Empanadas fritas y buseca fueron el menú de este sábado, con flan casero y budín de pan para el postre. Los tatas del chamamé
Fueron motivo para que los visitantes se animaran a bailar chamamé, chamarritas y chacareras, compartiendo una torta fritas con mate por la tarde.
Los mandados
Sentados en la mesa de su almacén los “Ridruejo”, recuerdan anécdotas de épocas pasadas. Mario, uno de los nietos del fundador, dice que “los chicos venían a caballo para hacer los mandados, con las maletas y una esquela. Abajo, en la esquela decía: haga el favor de alzar el chico al caballo después, con la carga. Eso era para mi papá”, subraya mientras sonríe. El papá, sentado a su lado agrega: “cada uno venía con la bolsita identificada, blanqueada con almidón. Fíjese hasta que punto había un respeto por los alimentos”.
El almacén se ubica en Alcaraz 1º, en el km 39 de la ruta provincial 6 y fue fundado en 1933. Este sábado se pudieron degustar empanadas, arrollado de cerdo con ensalada rusa y pastelitos de postre. Mario Suárez, quién se acercó a llevar su música, mostró su satisfacción por “estar en este lugar, que prácticamente es un museo para los entrerrianos. Es un lugar por donde han pasado muchos artistas renombrados de distintos géneros. Estar por primera vez aquí me llena de mucha alegría, porque seguramente alguna vez pasó por aquí don Abelardo y mi padre”, concluye emocionado.
Las memorias
En General Campos, la propuesta llegó al “El Viejo Almacén Sauer”, fundado en 1895. La música de Nemopiri invitó al baile mientras se podía dar cuenta de una buena picada de campo casera con chorizo seco, quesos, aceitunas y locro. El flan casero y la torta danesa oficiaron de acompañantes para el postre, mientras que las tortas fritas fueron las protagonistas de la tarde junto al mate.
“Almacén Sabrositos”, en el acceso a Villa Urquiza fue otro de los lugares que se sumaron a la propuesta de Memorias de Almacén. Fundado en 1910, el lugar es dirigido hoy por la segunda generación de los Restano. Una de las hijas de se manifestó “muy contenta de que nos acompañen. Esperamos que se pueda seguir haciendo, ya que para un emprendimiento como el nuestro es muy dificultoso hacernos conocer. Mi papá lo hizo con mucho esfuerzo y hoy al recordarlos me emocioné. Mucha gente que venía a jugar al truco”, remarcó y enumeró luego una larga lista de apellidos que “toda la vida” vinieron al lugar.
Una anécdota de “clientes pasados de copas” fue una de las tantas que circularon en este sábado, con la música de Gustavo Reynoso y su conjunto. Picada criolla y artesanal de la casa con salame, bondiola, quesos, nuez pecán y pan casero se sirvieron sobre la mesa, mientras cervezas artesanales y postres con dulces de elaboración propia acompañaron la oferta para los visitantes.
La actividad se enmarcó en la agenda “Vacaciones en tu Provincia” organizada por el gobierno provincial para el receso invernal. Luego del exitoso antecedente de la propuesta “Viñas de Río”, en el mes de mayo pasado, se sumó esta iniciativa a la grilla de vacaciones con el objetivo poner en valor la importancia de los almacenes rurales entrerrianos en la socialización y para mantener viva la memoria colectiva de los pequeños pueblos.