ALMACEN DE SAUER: De Dinamarca a Entre Ríos, 123 años de historia de una pulpería única

Cumplir 123 años no es cosa de todos los días. Eso mismo creen en la familia Sauer, quinta generación de hijos de daneses que llegaron al país a fines del siglo XIX. Por eso, cada año lo celebran a lo grande, “tirando el almacén por la ventana” como suele decirse.

Una fiesta de campo

Una multitud se reunió, este 7 de octubre, en los alrededores de “El Viejo Almacén Sauer”, en plena Colonia Yeruá, zona rural ubicada a exactos 50 kilómetros de la planta urbana de Concordia.

123 años cumplió la pulpería de los Sauer.

Cumplir 123 años no es cosa de todos los días. Eso mismo creen en la familia Sauer, quinta generación de hijos de daneses que llegaron al país a fines del siglo XIX. Por eso, cada año lo celebran a lo grande, “tirando el almacén por la ventana” como suele decirse.

Una fiesta de campo

Una multitud se reunió, este 7 de octubre, en los alrededores de “El Viejo Almacén Sauer”, en plena Colonia Yeruá, zona rural ubicada a exactos 50 kilómetros de la planta urbana de Concordia.

“Arrancamos a las 10 de la mañana, con un desfile de agrupaciones. Después hubo ballets folclóricos: uno de General Campos y otro de la provincia, que vendrán a visitarnos. Después números musicales y destrezas gauchas, desde las 14”, resumió Belén Sauer.

Ella es parte de esa quinta generación, heredera de ese legado único en la región: “Casa Sauer”, una pulpería que abrió sus puertas en 1895 y nunca más las cerró. “Mi tatarabuelo se llamaba Federico Cristian Sauer y se instaló acá. Su primer hijo, Carlos Sauer, fue el que fundó el almacén. Empezaron a probar suerte: compraron parcelas de campo, se instalaron acá y de ahí empieza la historia del viejo almacén”, resumió.

Sauer almacen 123 años cumplió la pulpería de los Sauer.

Cumplir 123 años no es cosa de todos los días. Eso mismo creen en la familia Sauer, quinta generación de hijos de daneses que llegaron al país a fines del siglo XIX. Por eso, cada año lo celebran a lo grande, “tirando el almacén por la ventana” como suele decirse.

Una fiesta de campo

Una multitud se reunió, este 7 de octubre, en los alrededores de “El Viejo Almacén Sauer”, en plena Colonia Yeruá, zona rural ubicada a exactos 50 kilómetros de la planta urbana de Concordia.

“Arrancamos a las 10 de la mañana, con un desfile de agrupaciones. Después hubo ballets folclóricos: uno de General Campos y otro de la provincia, que vendrán a visitarnos. Después números musicales y destrezas gauchas, desde las 14”, resumió Belén Sauer.

Sauer familiasMultitudinaria fiesta por los 123 años de El Viejo Almacén de Sauer

Ella es parte de esa quinta generación, heredera de ese legado único en la región: “Casa Sauer”, una pulpería que abrió sus puertas en 1895 y nunca más las cerró. “Mi tatarabuelo se llamaba Federico Cristian Sauer y se instaló acá. Su primer hijo, Carlos Sauer, fue el que fundó el almacén. Empezaron a probar suerte: compraron parcelas de campo, se instalaron acá y de ahí empieza la historia del viejo almacén”.

Decenas de familias concurrieron a los festejos, con un día a pleno sol.

Los festejos domingueros tuvieron un eje central: resaltar las tradiciones criollas. Y así fue que pasaron, por el escenario montado en las inmediaciones del almacén, “Los Majestuosos del Chamamé”; Agustín López y su conjunto; “Henry y los Fiesteros del Norte” y “Nemepiri”, de Victoria.

“Hubo bailanta, un poco de ruido. Diversión”, destacó Belén y comentó que para comer había 10 vaquillas con cuero, 10 mantas a la estaca y todo tipo de comida en los patios montados para la ocasión con comidas caseras, artesanales y también un grupo de stand de artesanos y las cámaras del canal América Sports con su programa “Viajes y Paseos”.

Dejaron Europa para trabajar en Entre Ríos

“Entretenido y familiar para aprovechar el campo. Fue una fiesta de campo”, en plena Entre Ríos, ignoto lugar al que a fines del siglo XIX llegaron los Sauer desde su Dinamarca natal. “Llegaron a Buenos Aires donde empezaron a trabajar de empleados hasta que después pudieron comprar parcelas de campo. Mi tatarabuelo se instaló acá, en Colonia Yeruá, Departamento Concordia, y formó su familia”, contó al programa “Club de AMIGOS” .
“Compró este lugar, lo formó y empezaron a trabajar sus hijos. Hasta el día de hoy estamos acá trabajando con el almacén que está intacto”, destacó en referencia a que ni un ladrillo ha sido modificado de su construcción original.
“Mi tatarabuelo era arquitecto, o sea no tenía ni idea de lo que era la zona rural. Ellos vinieron acá a probar suerte y, como todos los inmigrantes, no tenía idea de lo que era el gaucho”, recordó y luego resaltó: “vinieron a trabajar, vieron que había mucha riqueza en nuestro país porque siempre la hubo, mucho potencial y ellos lo supieron explotar bien. Es una historia hermosísima”.

Un viejo almacén que es “una gran familia”

Tan valiosa es su propia historia familiar, como la de miles y miles que habitaron este suelo entrerriano, que los Sauer la cuentan y comparten a diario en esa vieja pulpería, que luego fue un almacén de ramos generales y hoy es “un punto de encuentro, un club social para la gente donde viene, se instala, toma su copa, lleva sus alimentos para la semana. No solo los hombres vienen a participar, tomar su copa, sino que las mujeres también vienen, juegan a la lotería, charlan, van al jardín. Somos una gran familia”, resaltó.

Comestibles, bebida y espacio para la recreación en un punto obligado para los vecinos.

Nosotros queremos, como familia, que la historia no se pierda. Que la gente pueda conocer porque es una historia hermosa de inmigrantes. Creo que todos nos sentimos tocados porque todos somos familiares de algún inmigrante. Queremos resaltar eso y seguir con las costumbres gauchescas también.

Turismo rural y el museo que vendrá

Incipiente. Así puede resumirse el fenómeno del turismo rural en la región de Salto Grande. Desde este año, “El viejo almacén de Sauer” también es parte de ese circuito. “Vemos que se le ha dado mucha importancia de parte de la Provincia, nos están ayudando un montón. Nos están reconociendo como turismo rural y eso es de gran importancia para nosotros como para tanta gente que quiere trabajar del turismo rural”, explicó la mujer.
¿Qué le ofrecen a los visitantes y turistas? “Es venir a pasar un día de campo, que compartan cosas como las que compartimos acá, comer cosas caseras, salir a andar a caballo, jugar un truco, jugar a las bochas, tomar una copa en el almacén”.

Belén Sauer, heredera de una tradición familiar que atraviesa 3 siglos.

Visitar el lugar es conocer y escuchar la historia “porque tenemos documentos desde el momento que ellos vinieron acá. Tenemos papeles de esa época con un acta de 1886. Son cosas para enseñar que ellos han traído de allá. Hay una caja fuerte y un montón de cosas que ellos han traído desde Dinamarca que tratamos de conservar”, admitió y anticipó lo que vendrá: “Estamos tratando, a su vez, de armar un museo para hacer visitas guidas a las escuelas, a lo que quieran visitarnos y brindarles la calidez de acá, del campo, de la familia y poder contarles la historia nuestra”.
Esa historia que ayer cumplió un nuevo capítulo o que, en verdad, comenzó a escribir una nueva página: la 124 de su vida de familia, trabajo y pertenencia a una tierra que aquellos daneses abrazaron para nunca más dejarla. Fuente: Guillermo Acosta El Entre Ríos – Oíd Mortales Radio.