En medio de la fuerte baja del precio de la soja, que en la Bolsa de Chicago ayer tocó valores mínimos en casi once años debido a la guerra comercial que libran Estados Unidos y China, exportadores y dirigentes del agro alertaron sobre el peso de las retenciones en el actual momento y pidieron discutirlas.
La soja paga una tasa fija del 18%. Además, desde septiembre pasado, como otros productos, tiene que afrontar el esquema de $4 por dólar exportado. Si bien hoy el precio de la soja se recuperó en Chicago por el atraso en la siembra en EE.UU. debido a condiciones climáticas (se implantó el 9% del área cuando para esta época ronda el 29%), los productores en la Argentina sufrieron una caída de más de 40 dólares por tonelada respecto del inicio de la campaña, en octubre pasado.
Como informó LA NACION, en el país por la baja de la soja se están previendo pérdidas de ingresos de entre 1000 y 3000 millones de dólares y una caída en la recaudación por retenciones de más de US$600 millones.
“Una soja de US$290 (ayer en Chicago cerró a 290,64 dólares por tonelada) no resiste este nivel de retenciones. Hay que ponerlo sobre la mesa y ver si otros sectores pueden hacer un esfuerzo adicional como hicimos desde el sector agroindustrial”, señaló Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), en declaraciones a FM Led.
Idígoras agregó: “La guerra comercial China-EE.UU. más la política tributaria argentina se está llevando puesta la cosecha récord del país (entre soja, maíz y otros granos la Argentina lograría según el Gobierno un récord de 145 millones de toneladas)”.
Según cálculos del productor Néstor Roulet, a los precios actuales con la producción de soja a 300 km de los puertos de Rosario y pagando 12 quintales de alquiler, el margen bruto del cultivo (antes de impuestos) es negativo en 130 dólares por hectárea con 3000 kilos de rinde. Con un rinde de 3500 kilos por hectárea queda en rojo en 35 dólares por hectárea y recién pasa a terreno positivo, 80 dólares por hectárea, con una producción de 4000 kilos por hectárea. De acuerdo a Roulet, mientras a inicios de la campaña el productor en campo alquilado tenía que sacar 3000 kilos para salir hecho, ahora debe obtener al menos 3600 kilos.
Para Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), ante el contexto actual a las retenciones “hay que discutirlas”.
“Si a la soja le va a impactar de lleno la disputa China-EE.UU. y el precio va a caer por debajo de los históricos se debe discutir derechos”, señaló a LA NACION. Agregó que mientras otros productos tienen un máximo del 12 por ciento (con el esquema de $4 por dólar) a la soja se le “carga mucho más “. En rigor, aparte tiene el 18% fijo.
Desde Federación Agraria Argentina (FAA) señalan que están viendo “con preocupación” la baja de precios y consideran que se debe hablar sobre las retenciones.
“De continuar estos valores se va a complicar para los pequeños productores. No es lo mismo hablar de la soja a US$200 (en el mercado local) a lo que estaba antes. Por lo menos hay que discutirlo (al tema retenciones) porque en este escenario con menores valores y el esquema de dólar por peso (exportado) se va a incrementar el aporte del campo”, dijo Carlos Achetoni, presidente de FAA.
En este contexto, Achetoni pidió también apoyo para que los productores puedan aprovechar las oportunidades que se están abriendo en China con la apertura de ese mercado para la carne de cerdo argentina.
“Si no hay herramientas de financiamiento va a ser una posibilidad para algunos”, remarcó Achetoni.
Según Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, los buenos rindes de esta campaña ayudaron a morigerar pérdidas.
“Los granos, si el productor no está inundado, a grandes rasgos en campo propio tienen algo de rentabilidad pero mucho menos que lo pensado al inicio de la campaña. El valor de los granos cayó 20% en dólares desde la siembra a la cosecha en estos días”, dijo y alertó: “Un productor con campo alquilado hoy pierde plata, salvo que los insumos los haya pagado o financiado en pesos. Si debe en dólares perdió”. Fuente: La Nación