En el programa Amigos por el Mundo, que se emite por TN, se conoció la historia de Agustín Elli, joven nacido en San Salvador, que está en Australia hace un año trabajando con gran éxito en un emprendimiento personal. Se dedica a hacer bowls de coco que tienen una enorme aceptación y le ha permitido progresar rápidamente.
Agustín estudió en la Escuela “Francisco Ramírez, jugó al fútbol en las inferiores de Unión y se fue a estudiar, recibiéndose como Ingeniero Industrial.
Me vine con la visa de estudiante porque después de los 30 años no tenés otras opciones, dijo. Mi idea era aspirar a una visa de emprendedores que tiene Australia que es muy buena. Para que el gobierno te entregue esa visa tenés que presentar un programa de negocio fuerte, explicó. Yo inicialmente vine a estudiar a una academia de emprendedores que esta acá en Sídney. Acá en la academia conocí a mi business partner, que se llama Abella, que es abogada, española, indicó Agustín.
Luego comentó: Empezó esta idea de los cocos, a los dos nos gustó, nos cerró mucho desde los valores, de lo que queremos hacer en el mundo y demás. Empezamos a trabajar y cada vez se trabaja más, arrancas con una cosa y aparecen tres para hacer pero disfrutando mucho porque es el camino.
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Acerca de cómo desarrollan los bowls de coco dijo: “Nosotros importamos de distintos países, pero principalmente de Vietnam los cocos, de comunidades que se dedican básicamente a esto. Al coco se le saca la cáscara, se lo pule, se le hace un engrade, se le pone la marca y frases para transmitir nuestros valores. Los comercializamos en Sidney y a otros países. Hay ganas de crecer, pero paso a paso”, destacó.
Consultado hacia dónde apuntan, agregó: “Australia está reflejando una creciente conciencia ambiental, la sustentabilidad, abarcando la gente que lo produce y el ambiente”.
Agustín mencionó que en Argentina se recibió de “Ingeniero Industrial, tengo experiencia en AT, siempre quise vivir en un país donde se hable inglés, haya playa y pueda crecer financieramente”.
Además, dijo, “tengo un amigo que hizo la ruta del mochilero y me convenció. Un día en Buenos Aires vendían cursos, conozco a Pau que es la dueña de la Academia, me convenció y un mes después puse todos mis ahorros ahí y ya tenía los papeles más importantes. Yo vine el 21 de septiembre del año pasado”, recordó.
“Ahora voy a aplicar a una nueva visa de estudiante. La idea es que después de dos años con la visa de estudiante tenga dos años más en relación de dependencia, eso solo te lo dan las maestrías que son carísimas. En el ínterin vamos a seguir trabajando con los cocos”, puntualizó. Australia es un país para emprender y tiene todas las condiciones sociales y conciencia económica. Es una potencia. Y mientras vivís esta vida de emprendedor tenemos playas que son hermosas”, remarcó Agustín.
“Hacer la visa de estudiante no es engorroso, aclaró, la limitante es el costo, sin embargo, lo podés ir pagando cada 3 meses. El año cuesta como mínimo 8 mil dólares como precio especial, dependiendo de la época del año y lo podés pagar en australianos que está a 1,5 u$s. También tenés que demostrar a la academia un básico nivel de inglés, cuando estás en Australia la plata invertida se recupera hasta trabajando como delivery o café”, subrayó.