Entre las decenas y decenas de gráficos que prepararon estos días los funcionarios de Cambiemos para mostrar que su gestión, a pesar de los múltiples problemas en la economía, sentó las bases para la construcción de un país mejor, hubo una que las autoridades del Ministerio de Agricultura finalmente prefirieron no mostrar en público ni tampoco incluir en sus extensos PDF o Power Point.
La filmina oculta es la que muestra que la dotación de personal del Ministerio de Agricultura y sus organismos descentralizados se redujo estos cuatro años nada menos que el 22%, pasando de 21.129 agentes a fines de 2015, cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri, a 16.375 agentes en la actualidad. En el camino, ya sea por despidos, por la no renovación de contratos o por jubilaciones, se quedaron sin trabajo 4.754 personas.
Esta es la filmina que el anterior gobierno prefirió no mostrar:
Por la magnitud del ajuste, los datos son realmente dolorosos. Hay muchas historias humanas que se cruzan detrás de estos números fríos. Esa fue la razón por la cual el equipo de Luis Miguel Etchevehere optó por no incluir esta filmina en sus balances, a pesar de que en la intimidad los ex funcionarios argumentan que este ajuste de personal era necesario para reducir los elevados niveles de déficit fiscal y para sincerar la situación de un Estado que había sido superpoblado durante la gestión kirchnerista (y no casualmente por técnicos) y que así era inviable.
Según se desprende de esta filmina obtenida por Bichos de Campo, la reducción de la nómina de personal fue mucho más intensa en el Ministerio que en los organismos descentralizados. En las secretarías que dependían directamente primero de Ricardo Buryaile y después de Etchevehere, el número de agentes se redujo de 5.523 a 3.201 en estos cuatro años, casi el 40%.
Los delegados de ATE en ese Ministerio ya han avisado que pedirán a las nuevas autoridades del gobierno peronista una revisión de este proceso y la reincorporación de muchos de los despedidos. ¿Es posible hacerlo? La dotación de personal en esta cartera había aumentado mucho sobre todo a partir de la gestión del ex ministro Julián Domínguez, en 2010, algunos de cuyos funcionarios están volviendo a ocupar funciones. En la Secretaría de Agricultura Familiar, que estuvo entonces al mando del dirigente social Emilio Pérsico, se produjeron la mayor cantidad de despidos.
En el Senasa, que estuvo en los últimos tiempos a cargo de Ricardo Negri, la plantilla se redujo de 6.420 empleados a fin de 2015 a 5.257 empleados en la actualidad. El ajuste fue más leve. De todos modos, en las últimas horas los gremios presentes en el lugar, como UPCN y ATE, recibieron con aplausos a las nuevas autoridades designadas en el organismo, que en muchos casos vuelven a asumir funciones luego de cuatro años. ¿Volverán a hacer crecer la nómina de empleados?
Finalmente, en el INTA el ajuste fue mucho menos drástico que en otras áreas, debido a que la estrategia de Juan Balbín, el presidente saliente, fue allí tratar de reducir la dotación de personal con las jubilaciones, y evitando los despidos, así como reducir otro tipo de gastos antes que el de personal. El organismo tecnológico sigue siendo el que ocupa mayor cantidad de gente, con 6.791 personas en la actualidad. Son 996 personas menos respecto de las 7.757 que había empleadas cuando arrancó el anterior gobierno.
Esta filmina, ahora que se ha dado vuelta una página en la historia del Poder Ejecutivo, merece ser conocida y discutida. Sin dudas. Las preguntas que surgen de estos datos son muchas y conducentes: ¿Hasta qué punto se justificaba este doloroso proceso de ajuste? ¿Se puede volver a fojas cero? ¿Se resintieron los servicios que prestan Agricultura y sus organismos descentralizados con este achicamiento del 22% en el personal? ¿Era sustentable a futuro un ministerio con más de 21 mil empleados?
En el apartado sobre recursos Humanos de su Balance de Gestión, finalmente el ex ministro Etchevehere buscó esquivar esta discusión. Prefirió destacar que durante la gestión de Cambiemos también se produjo una “reducción de 75 cargos, incluyendo 8 subsecretarías y 1 secretaría, generando una derogación del 30% de los cargos en el Nomenclador de Funciones Ejecutivas del Organismo”. Es decir, quiso mostró que el proceso de ajuste tan necesario comenzó por ellos mismos.
Recién después, muy chiquito, reveló una “readecuación de la estructura de la Jurisdicción” que llevó la cantidad de agentes de 21.129 a 16.375.