“Lo último que se pierde es la fe”, dijo Daniel a Elonce TV. Relató que fue sorteando diversos problemas. “Me quedó baja visión, por lo que tengo el bastón verde para manejarme. Es la única secuela”, expresó.
Gran cantidad de gente se observaba desde temprano en la capital entrerriana realizando el tradicional recorrido de Viernes Santo por las siete iglesias.
Uno de ellos fue Daniel González, un paranaense que atravesó una compleja situación de la cual pudo salir “con mucha fe”, según relató.
Es años de lucha. Un ACV que me dejó paralítico y ciego, lo único que me sostenía era la fe en Dios y en los médicos que me ayudaron con medicación y tratamientos”, relató. Y continuó: “Tengo además problemas lumbares, muchos dolores que los voy sorteando. Una vez que pude volver a caminar, me muestro sin vergüenza”.
Y con una cruz a cuestas exhibió sus “bastones que mes los hice yo, porque ni para esto tenía. Estos son los lentes para no vidente que tenía. Me quedó baja visión, por lo que tengo el bastón verde para manejarme. Es la única secuela”.
Tras recalcar que “lo último que se pierde es la fe”, Daniel detalló su recorrido: “Pertenezco a la parroquia San José Obrero. Paso por Santa Ana, Luján, Divino Amor, El Cristo Redentor, Sagrado Corazón y la Catedral”. Elonce.com