El pasado 6 de diciembre se cumplieron 30 años de la histórica Ley que creó el Departamento San Salvador, y el ex diputado provincial Hugo Berthet recordó, en el acto del martes en la Sala San Martín, las complejas gestiones y alianzas estratégicas que hicieron posible su aprobación en la Legislatura de Entre Ríos.
Berthet, junto a la exdiputada Coco Reynoso de Vinacur, conformaron un binomio crucial, siendo la única vez en la historia que San Salvador contó con dos representantes en la Cámara Baja. La idea de impulsar la creación del departamento surgió durante los festejos de la victoria radical de Reynoso, a los cuales Berthet fue invitado, marcando el inicio de una colaboración política fundamental.
El respaldo de Moine y la oposición interna
El proyecto tomó impulso gracias a varios factores, entre ellos, el adelantamiento de las elecciones de 1995, que culminaron con el triunfo del entonces gobernador Jorge Pedro Busti. Sin embargo, un apoyo clave provino del exgobernador Moine, a quien Berthet consultó.
«Dale, tira la soga, pero no vueles los puentes, porque se necesita aprobar leyes importantes y hay que mantener la unidad», fue la indicación de Moine, quien le dio el visto bueno para avanzar, siempre buscando mantener el consenso político.
Inicialmente, Berthet logró el apoyo de cinco senadores, pero esa cifra no era suficiente para la aprobación. La oposición fue férrea, especialmente por parte del senador de Villaguay, mientras que en San Salvador, el apoyo popular fue «espectacular» desde que la noticia se difundió en la prensa.
La jugada maestra en Arroyo Barú y el lobby final
Un momento decisivo se vivió en la Iglesia de Arroyo Barú, durante una gira donde Moine pasaría por la localidad. Berthet solicitó el apoyo del Padre Ojeda para gestionar una reunión. Allí, el productor Pascual Rivelis se convirtió en una pieza clave: «Hablé con él y le dije que tenía que lucirse, y dio una cátedra, los convenció a todos», recordó Berthet. Ese día, el proyecto ganó el respaldo de Moine, quien salió de la Iglesia «convencido».
A pesar de contar con el apoyo del Ejecutivo, el proyecto sufrió cuatro sesiones fallidas. El 5 de diciembre se convocó a una última sesión a las 20 horas y otra a las 00:30 del 6. La situación era tensa: si no salía la ley del departamento, tampoco se aprobaría una ley de emergencia que era vital.
Berthet tenía confianza en sus amigos y preparó una «jugada maestra» de último momento, gracias a la gestión de dos vecinos. Su madre le recordó que el senador radical de Colón, Edwin Benítez, había sido comisario en San Salvador y era amigo íntimo de Don Marcos Schmukler. Berthet gestionó con el Dr. De Casas para que hablara con Schmukler para convencer a Benítez, logrando la confirmación del apoyo del senador radical cinco minutos después.
Aprobación en la madrugada
A pesar de la maniobra, el proyecto fue pasado a comisión. Antes del cierre, un senador justicialista logró un acuerdo para que se tratara en la próxima sesión con o sin despacho. El debate del 6 de diciembre fue «acalorado». En un momento cumbre, el senador de Gualeguaychú, harto de la discusión, advirtió: «Si hay departamento, hay ley de emergencia; si no hay departamento, no hay ley de emergencia», lo que reavivó las negociaciones.
Finalmente, la ley se aprobó en la sesión de las 00:30 del 6 de diciembre, con los votos contados. Berthet contó con el apoyo de los cinco senadores que le habían dado su palabra, más la adhesión crucial de Benítez, mientras que los radicales se retiraron del recinto. El proyecto se impuso con seis votos a favor y tres en contra del peronismo.
El último obstáculo fue la promulgación, ya que el vicegobernador Orduna, a cargo del Poder Ejecutivo, podría llegar a vetar la ley, mientras Moine estaba en Buenos Aires. La aparición temprana de Moine al día siguiente aseguró que la ley no fuera vetada, sellando definitivamente el nacimiento del Departamento San Salvador.




