La economía doméstica, en general, sigue en caída libre, particularmente la variable del consumo interno, que lamentablemente de un tiempo a esta parte ha disminuido ostensiblemente, lo que hace que las empresas revean sus emplazamientos en diversos puntos de la región.
A esto se suma el desmesurado aumento de los servicios públicos, alquileres e impuestos que han aumentado indirectamente proporcionales a los ingresos en caja.
En este caso la firma Sensei, propiedad de la firma Schejter y Schejter, que el pasado 5 agosto de 2016 se instalaron con una sucursal en Chajarí, es decir a casi de cumplir 2 años, cierra sus actividades y al decir de una fuente inobjetable la razón es “para que esta economía no nos arrastre”, aunque todavía no hay ningún comunicado oficial de la firma al respecto.
La decisión fue rápida, sobre el mediodía se comunicó a los empleados que la Sucursal cerraba sus puertas. En la actualidad trabajaban 6 empleados, es decir 6 familias, que hoy quedaron en la calle, si bien hay compromiso de la empresa de reubicar a 3 según lo que pudo saber Tal Cual.
La situación de esta cadena de estos electrodomésticos se suma a la situación en general del comercio chajariense. Días pasados una importante empresa de colchones realizó un achicamiento en su personal, los galpones de empaque muchos de ellos no iniciaron la temporada, aserraderos que trabajan a mitad de capacidad instalada y otros que directamente han cerrado sus puertas, conforman una situación delicada y difícil para la economía regional.